LEE CON MUCHA ATENCIÓN:
Llevas escribiendo desde que eras un niño.
Empezaste haciendo garabatos con lápices de colores y ahora utilizas
bolígrafos, lápices de punta fina y letras ligeramente orientadas hacia la
derecha, con subidas, bajadas y enrevesados bucles.
A algunos niños les encanta escribir a mano y
otros odian el momento en que han de poner el lápiz en contacto con el papel.
¿Por qué?
Tal vez uno de tus padres o un profesor se
haya quejado de tu mala letra: "¡Sé
un poco más pulido!" "¡Qué mala letra que tienes!" "¡No se
entiende nada de lo que escribes!" Pobre de ti; eso no es nada divertido.
Tú intentas hacerlo bien, pero no consigues escribir tus ideas de forma limpia
y clara.
La buena
noticia es que todo el mundo puede mejorar su letra. Pero, para empezar, dediquemos un momento a pensar
en lo complicado que resulta, en el fondo, escribir a mano. No es como estornudar o respirar, cosas que tu
cuerpo hace sin que ni siquiera las tengas que pensar.
¿Cómo
escribimos a mano?
Para
escribir a mano, tu cuerpo y tu mente necesitan hacer muchas cosas distintas
conjuntamente y en el orden correcto. Necesitas mantener el hombro fijo mientras mueves el codo y la
muñeca de la forma adecuada. Además,
tus ojos deberán seguir lo que vaya haciendo tu mano. Y eso no es todo. Necesitas saber el aspecto que se supone deben
tener las letras y las
palabras y tomar decisiones sobre qué quieres escribir.
O sea que, con todo esto en juego, es lógico que
distintos niños tengan diferentes problemas en lo que se refiere a la
escritura. Algunos problemas médicos hacen que los niños
tengan dificultades para escribir. Por ejemplo, a los niños con trastorno por déficit de atención
(TDA) o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) les cuesta
estarse quietos y concentrarse en lo que están haciendo. Pueden escribir
demasiado deprisa o empezar contestando a una pregunta y olvidarse de finalizar
la respuesta. Los niños con problemas musculares, como los que tienen síndrome
de Down o parálisis cerebral, también pueden tener dificultades para escribir.
Pero muchos niños sin problemas médicos tienen
dificultades a la hora de escribir. ¿Eres uno de ellos? O tal vez ya escribes bien y solo querrías
mejorar un poco tu letra.
Los cinco pasos.
¡Aquí tienes cinco pasos que
funcionan de verdad!
1. Toma
correctamente el lápiz.
Prueba esto: sostén el lápiz por el
extremo superior, cerca de la goma, e intenta escribir tu nombre. ¿Difícil, eh?
Pero, si coges el lápiz de la forma correcta, escribir te resultará mucho más
fácil. La mejor forma de coger un lápiz o un bolígrafo es dejándolo reposar
cerca de la base del dedo pulgar. Sostenlo en su sitio utilizando los dedos
pulgar, índice y medio. Observa atentamente la foto.
2.
Deja que los renglones te guíen.
¡El papel con renglones es tu mejor
aliado! Los renglones te pueden ayudar a hacer letras del tamaño y las
proporciones adecuadas. Por proporción, entendemos que una cosa es del tamaño
adecuado en comparación con otra. De modo que tu "a" minúscula
debería ser la mitad de tu "A" mayúscula.
Asegúrate de llenar completamente
cada uno de los renglones. Las letras mayúsculas deberían ocupar desde la parte
inferior del renglón hasta la parte superior. Los renglones también ayudan a
enderezar las letras, en vez de inclinarlas demasiado hacia un lado o hacia el
otro. Si no dispones de renglones, como cuando estás montando un póster, puedes
utilizar una regla y un lápiz suave para hacer varias líneas a fin de que el
título sea del tamaño adecuado y quede perfectamente recto.
3.
Baja el ritmo.
Si tu letra es difícil de entender
o borras demasiado, prueba ir un poco más despacio. A algunos niños, el hecho
de ir más lentos les ayuda a solucionar el problema. Cuando te aceleras, te
cuesta mucho controlar donde acabas y empiezas las letras, y cometes muchos más
errores. ¿Has borrado tan fuerte alguna vez que has acabado haciendo un agujero
en el papel? ¡Es horroroso!
4.
No aprietes tanto.
Algunos niños aprietan mucho cuando
escriben. Esto dificulta mucho hacer las líneas suaves necesarias para escribir
bien, sobre todo cuando se escriben letras ligeramente orientadas hacia la
derecha. Intenta tomarte las cosas con más calma, no cojas el lápiz con tanta
fuerza y trata de que el lápiz deje una marca en el papel sin necesidad de
atravesarlo. ¡Además, así romperás menos puntas de lápiz!
5.
Simplemente, juega.
¿Cómo puede ser? Sí, lo has oído
bien. Los juegos pueden mejorar tu letra. Multitud de juegos requieren escribir
o hacer dibujos. O sea que, a pesar de que no puedan considerarse como deberes
escolares oficiales, esos juegos te permitirán utilizar algunas habilidades
necesarias para controlar mejor el lápiz. En lo que se refiere al control fino
del movimiento de las manos, prueba juegos manuales de equilibrio (como el de
los palillos o hacer montajes alineando fichas de dominó).
Y, si quieres fortalecer los
músculos que utilizas para escribir, también lo puedes hacer practicando juegos
de mesa. ¿Cómo? Utiliza unas pinzas en vez de directamente los dedos para coger
tu pieza y moverla sobre la mesa o el tablero.
Después del juego de mesa, ¿qué tal
un juego imaginativo? Simula que eres una estrella de cine o un atleta famoso.
¿Qué tendrás que hacer cuando tus seguidores se concentran para saludarte?
Darles un autógrafo, ¡por supuesto!
bien hay que descargarlo
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