ESCUELA PRIMARIA "MI PATRIA ES PRIMERO"

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miércoles, 25 de septiembre de 2019

jueves, 1 de octubre de 2015

CAMBIOS EN LA ADOLESCENCIA.







· La adolescencia: etapa de cambios.

        El período de la adolescencia se caracteriza por los cambios fisiológicos, psicológicos, cognoscitivos y sociales a los que tiene que ajustarse el joven. Por lo general, ocurre entre los 10 y 14 para las niñas y los 12 y 16 para los varones. Quizá convenga detenernos un poco en algunos de estos cambios y cómo afrontarlos con tus hijos:


☺ Los cambios fisiológicos.

      Inician gracias a un incremento en la producción de hormonas. Las transformaciones exteriores son fáciles de reconocer; las internas, sin embargo, comienzan antes que cualquier cambio físico sea evidente. Según la acepción científica moderna, la pubertad comienza con el crecimiento gradual de los ovarios (y de órganos relacionados con ellos, como es el útero) en las mujeres, y de la glándula prostática y las vesículas seminales en los hombres. 

    Respecto a los cambios físicos, es fundamental:

Hablar con los jóvenes de los cambios que se darán en su cuerpo.La información que no reciban en casa, la buscarán en algún otro lugar, con la probabilidad de que sea errónea o distorsionada. Es mejor que te informes y resuelvas sus inquietudes en casa.

Brindarles seguridad. Como todos sabemos, en este periodo de la vida en las niñas se desarrollan los senos y las caderas; en los niños puede comenzar a notarse un crecimiento del escroto y los testículos. Estos cambios visibles pueden generar cierta inseguridad en ellos, por lo que es importante apoyarlos brindándoles seguridad, sobre todo cuando existe un desarrollo temprano o tardío.

Explicar con anticipación los procesos implicados en el desarrollo del cuerpo durante la pubertad.Es importante que tus hijos conozcan los procesos que pronto se darán en su cuerpo y que ello es normal y saludable, como es el caso de la menarquia (el comienzo de los períodos menstruales) en las niñas y las emisiones nocturnas de líquido seminal en los niños (poluciones nocturnas). Son acontecimientos para las cuales tú y tus hijos deben estar preparados.

☺ Cambios Emocionales.

       La adolescencia es una etapa de adaptación tanto para el joven como para los propios padres. Esto, aunado a los flujos hormonales, provoca cambios emocionales bruscos. El joven puede pasar, en un segundo, de una profunda tristeza hasta una alegría desbordante. Por lo cual es preciso un balance entre estar cerca para escucharle o ayudarle si lo necesita y, al mismo tiempo, estar lo suficientemente lejos para darle la libertad que busca. Es importante que consideres que los individuos en esta etapa:

 Se preocupan mucho por su apariencia física, por la forma en que los demás los ven. Al tratar de buscar una identidad propia pueden probar diferentes formas de vestir. En esta etapa los jóvenes buscan un código de vestimenta que los diferencie de los mayores, lo cual les da un sentido de identidad. Por ello, es bueno permitirles jugar un poco con esas modas aunque resulten un poco extrañas a nuestro parecer, por supuesto, cuidando que su forma de vestir no afecte su vida.

La opinión de sus amigos se vuelve muy importante. Para ellos pertenecer a un grupo social es indispensable. Esto puede ser bueno si el grupo social en el que se desenvuelve le ayuda a generar pensamientos positivos y desarrollarse adecuadamente. Como padres debemos estar pendientes de que no existan manipulaciones negativas por parte de los compañeros que los lleven a conductas dañinas para sí mismos.

 Buscarán pasar largo tiempo en las redes sociales.En la actualidad las redes sociales han atrapado a los jóvenes. Para ellos, la interacción en Facebook o What’s app es tan vital como la convivencia presencial con sus compañeros.

       Estas herramientas se han convertido en un medio de comunicación que puede ser benéfico pero, en algunos casos, también perjudicial para ellos. Date el tiempo de conocer estas redes para que puedas saber qué es lo que tus hijos ven en internet. Además, es importante controlar el tiempo que los jóvenes pasan en internet o con el celular, bucando siempre un balance entre su vida social y el uso de las redes.

 Requieren ser escuchados. Es importante que tengas en cuenta que muchas veces necesitamos escuchar más allá de lo que literalmente nos dicen los jóvenes. Debemos estar pendientes de sus movimientos corporales, actitudes, de la parte sensible del mensaje que transmiten al hablar. En la actualidad, los adolescentes corren muchos peligros y la mejor manera de protegerlos es escucharlos atentamente. Recuerda guardar tus comentarios hasta que ellos hayan expresado libremente todas sus ideas: si demuestras enojo o rechazo cuando apenas comienzan a contarte sus inquietudes o errores, no tendrás oportunidad de conocer el final de la historia.

 Necesitan respeto. Respeta sus opiniones. Si consideras que están muy equivocadas y necesita una guía, puedes comenzar tu consejo con algo como, “Creo que tienes razones para pensar eso, pero…” o bien,“Te entiendo, sin embargo…”. Eso hará que se sienta en confianza de expresar sus sentimientos sabiendo que no será juzgado o rechazado por lo que piensa.

Es importante que exista un canal de comunicación adecuado entre el adolescente y sus padres, donde exista respeto y confianza. Haz de tu relación con ellos un vínculo donde se eduque con amor y la firmeza necesaria para permitirles crecer al tiempo que les proteges de los peligros que acechan a la juventud hoy en día.


domingo, 15 de marzo de 2015

FIGURAS GEOMÉTRICAS.

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Figuras Geométricas

¿Qué es una figura geométrica?

Una figura geométrica corresponde a un espacio encerrado entre lineas

Las figuras geométricas de lados rectos se denominan polígonos y las figuras de lados se denominan circulo y circunferencia y también corresponden a polígonos


Elementos de un polígono:

Vértice: Es el punto de intersección de dos segmentos contiguos. Se designa con letras mayúsculas A, B, C, D ...

Lado: Es un fragmento de recta que esta comprendido entre 2 vértices. Se designa con dos letras mayúsculas ubicadas en sus extremos, o con una letra minúscula en correspondencia con el vértice opuesto: AB = d, BC= e, CD = a, DE= b, EA= c.

Ángulo interior: Es un ángulo formado por dos lados del polígono. Un ángulo interior se designa con una letra griega o con las tres letras mayúsculas de los vértices que le correspondan.

Ángulo exterior: Es el ángulo formado por un lado del polígono y la prolongacion de otro contiguo hacia la región exterior.

Diagonal: Es un segmento de recta que une un vértice interior de un polígono con el vértice no consecutivo a él.


Clasificación de los polígonos:


Según el numero de lados que poseen:




1) Triángulo: Es un polígono de tres lados.








Elementos de un triángulo:
Un triángulo está formado por 3 ángulos interiores, 3 ángulos exteriores, 3 lados y 3 vértices.


Propiedades:

La suma de sus ángulos interiores siempre da 180°.
La suma de sus ángulos exteriores siempre da 360°.
La suma de las longitudes de dos de sus lados es siempre mayor que la longitud del tercer lado.


Clasificación de los triángulos:


Según la medida de sus lados:

Equilatero: Tiene sus 3 lados de igual medida y sus 3 ángulos de igual medida (cada uno de 60°).

Isosceles: Tiene 2 de sus lados de igual medida, y por lo tanto, 2 ángulos de igual medida. 

Escaleno: Tiene todos sus lados y ángulos de diferente medida.


Según la medida de sus ángulos:



Acutángulo: Tiene sus 3 ángulos agudos, es decir, sus ángulos miden menos de 90°.

Rectángulo: Tiene 1 ángulo recto, es decir, uno de sus ángulos mide 90°.

Obtusángulo: Tiene un ángulo obtuso, es decir, uno de sus ángulos mide mas de 90° y menos de 180°.




2) Cuadriláteros: Polígono de 4 lados




Elementos de un cuadrilátero:


4 vértice
4 lados
4 ángulos exteriores
4 ángulos interiores
2 diagonales


Propiedades:


La suma de sus ángulos interiores siempre da 360°
La suma de sus ángulos exteriores siempre de 360°

Clasificación de los cuadriláteros:


Paralelogramos: Son aquellos cuadriláteros que tienen dos pares de lados paralelos. Los paralelogramos son: el cuadrado, el rectángulo, el rombo y el romboide
a) Cuadrado: Todos sus lados son de igual medida. Posee 4 ángulos rectos


b) Rectángulos: Posee 2 pares de lados de igual medida. Tiene 4 ángulos rectos


c) Rombo: Todos sus lados son de igual medida. Posee 2 ángulos agudos y 2 ángulos obtusos.


d) Romboide: Posee 2 pares de lados de igual medida. Tiene 2 ángulos agudos y 2 obtusos








Trapecios: Son aquellos cuadriláteros que poseen solamente un par de lados paralelos. Existen cuatro tipos de trapecios


a) Trapecio isósceles: Posee un par de lados paralelos de igual medida


b) Trapecio trisolátero: Es aquel que tiene 3 lados de igual medida


c) Trapecio rectángulo: Es aquel que tiene 2 ángulos rectos


d) Trapecio escaleno: Todos sus lados son de distinta medida









Trapezoides: Son aquellos cuadriláteros que no poseen lados paralelos. Existen 2 tipos:


a) Trapezoide simétrico: Tiene 2 pares de lados de igual medida.


b) Trapezoide asimétrico: Puede tener 2, 3 o bien ningún lado de igual medida.








Círculo y circunferencia

Círculo: Es una figura plana delimitada por una circunferencia.








Circunferencia: Es el conjunto de todos los puntos del plano que equidistan de un mismo punto llamado centro de la circunferencia.




Elementos de una circunferencia:


a) Radio: Es un segmento que une el centro del círculo con cualquier punto de la circunferencia. La medida del radio es constante.


b) Cuerda: Es el segmento que une dos puntos de la circunferencia. Las cuerdas tienen distintas medidas.


c) Diámetro: Es la cuerda que pasa por el centro de la circunferencia. El diámetro es la cuerda de mayor medida. El diámetro es el doble del radio.



d) Tangente: Es la recta que   corta sólo un punto de la recta.




e) Arco: Es la parte de la circunferencia que comprende dos puntos de ella .









f) Segmento Circular: Es cada una de las partes en que se divide un circulo cuando se traza una cuerda. Si la cuerda es un diámetro, cada parte sera un semicírculo.


g) Sector Circular: Es la parte del circulo limitada por dos radios y un arco.






jueves, 27 de noviembre de 2014

MOMENTO PARA UNA REFLEXIÓN.......







Existen muchas formas de mejorar la relación con nuestros hijos adolescentes. 


          Mantenerse en contacto. Debemos comunicarnos con nuestros hijos frecuentemente, incluso cuando todo marcha bien. Podemos contarles a nuestros hijos qué estamos haciendo y averiguar en qué andan ellos. Mantenernos en contacto frecuente con nuestros adolescentes es una de las cosas más importantes que podemos hacer como padres. Los adolescentes sienten que sus padres se preocupan por ellos cuando nos interesamos por lo que ocurre en sus vidas. Los adolescentes, como todas las personas, no quieren sentirse ignorados. 

                Pasar tiempo juntos. Las familias están muy ocupadas hoy en día. Entre el trabajo, las tareas y otros asuntos, en general queda poco tiempo para disfrutar de la compañía de la familia. Debemos aprovechar el tiempo que sea para poder estar con los adolescentes. Nos ayudará a ocupar un poco del tiempo libre de los adolescentes y podremos conocerlos mejor. Nos ayudará a construir una buena relación y permitirá que ellos sepan que nos interesan. Una madre, por ejemplo, juega al básquetbol con su hijo adolescente aunque sabe que juega mal. Sea lo que sea, aunque sea solo una vez por semana. Aunque sea solo una ida a la tienda juntos. Los adolescentes notarán si nos hacemos un tiempo para ellos. 

                 Cumplir con las promesas. Si les hacemos promesas a los adolescentes, debemos cumplirlas, de ser posible. Cuando no podemos cumplir con las promesas por algún motivo sobre el que no podemos hacer nada, debemos hablar con los adolescentes de ello. Debemos decirles que lo lamentamos. Los adolescentes deben saber que pueden contar con que no faltemos a nuestra palabra. Esta es una parte importante de ganarnos su confianza y respeto. Si cumplimos con nuestras promesas, es muy probable que ellos cumplan con las suyas. 

             Tratar a los adolescentes como tales. Si bien los adolescentes no son adultos aún, ya no son niños y no se los debe tratar como si lo fueran. No debemos emplear un tono condescendiente con los adolescentes. Debemos ser honestos con ellos. Afirmaciones como: “Eres demasiado joven para saber de eso” faltan el respeto a la capacidad de comprensión del adolescente. 

                      Ser considerados. Recuerda las fechas especiales. No es necesario que queden señaladas con un regalo o una actividad especial. Solo debemos asegurarnos de que los adolescentes sepan que nos hemos acordado. De vez en cuando, podemos darles a los adolescentes pequeñas sorpresas especiales. Podemos dejarles sobre la cama una nota que exprese cuánto los queremos. O podemos hacerles su comida favorita sin ningún motivo en especial. 

             Reconocer los esfuerzos especiales. No debemos subestimar a nuestros hijos adolescentes. Debemos elogiar sus esfuerzos especiales, por ejemplo, si les ha ido bien en un examen, si han practicado mucho para un juego o una actuación o si hayan sido particularmente amables con alguien. 

                       Decirles que los queremos. Amamos a nuestros hijos; sin embargo, ¿con qué frecuencia nos tomamos tiempo para decírselo? Debemos decirles a nuestros adolescentes cuánto los queremos, todos los días. ¡Debería ser un hábito! 

                    Brindar apoyo. Cuando nuestros hijos adolescentes han tenido un mal día, podemos brindarles nuestro consuelo. Aunque pretenden ser adultos, todavía necesitan nuestro apoyo. Debemos escucharlos y brindarles comprensión. 

                Evitar las burlas hirientes. A veces nos burlamos de las personas de formas que las menosprecian. Debemos evitar burlarnos de esta manera de nuestros hijos, especialmente frente a otras personas. Es muy hiriente. 

               Usar el humor y divertirse. Podemos bromear con nuestros hijos adolescentes y estar dispuestos a burlarnos de nosotros mismos a veces. Bromear un poco fomenta una relación positiva. 

      Valorar los puntos fuertes especiales de los adolescentes.Debemos aceptar a nuestros hijos por lo que son. Afirmaciones como: “¿Por qué no puedes ser como tu hermano mayor?” o “Tu hermana nunca me dio tantos problemas” no ayudan a que el adolescente mejore. Estos comentarios solo harán que se sienta mal. Todos los adolescentes tienen puntos fuertes especiales. Debemos reconocerlos y asegurarnos de que nuestros hijos lo sepan. 

                 Dar participación a nuestros hijos en la fijación de límites y la creación de reglas. Como padres, debemos ayudar a nuestros hijos a imponer límites y a vivir bajo ciertas reglas. Podemos brindarles un rol activo en la decisión de cuáles son esos límites y reglas. 

                      Ser auténticos con los adolescentes. Por medio de una comunicación abierta y frecuente con nuestros adolescentes, podrán relacionarse con nosotros como personas que realmente se preocupan por su bienestar. También debemos ser educados. Simples detalles de cortesía, como decir “por favor” y “gracias” y ayudar en pequeñas cosas demuestran en buena medida cuánto los queremos. Los buenos modales básicos demuestran cariño y respeto. Y si demostramos respeto, lo obtendremos a cambio. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

¿CÓMO PONER METAS A NUESTROS HIJOS?

 
 



          Muchas personas piensan que quieren cambiar su vida, que desean mejorar su situación, ganar más dinero, o llevar una vida más satisfactoria, pero al preguntarles cómo van a hacerlo vemos que no tienen ninguna meta concreta y definida, sino tan solo un vago "alguna vez cambiarán las cosas", sin darse cuenta de que sin fijarte una meta a la que llegar no llegarás a ninguna parte.

                         ¿Por qué son importantes las metas?

          Tener metas en la vida es tan importante como la vida misma. Ellas hacen que la vida valga la pena, te aportan entusiasmo, te permiten obtener logros cuando las alcanzas y enorgullecerte de ello, dan sentido a tu vida, hacen que ocupes tu tiempo de manera productiva en vez de malgastarlo con pasatiempos que no te aportan nada.

          Las metas aumentan el interés en lo que haces, aumentan el entusiasmo, aportan un sentido de dirección, motivación y esperanza, además de promover claridad y estimular la planificación. Si, por ejemplo, haces tu trabajo teniendo en mente la meta de ascender, trabajarás más y mejor, prestarás atención a las oportunidades y las aprovecharás mejor, tendrás más entusiasmo en tu trabajo y tendrá más sentido todo lo que haces. Si no tienes ninguna meta, tu trabajo puede convertirse con el tiempo en una pesada carga rutinaria que te aburre.

          La persona que carece de metas en su vida permanece inmóvil en un estatus quo que puede que le aporte tranquilidad y ausencia de estrés, pero que también puede llegar a convertir su vida en una rutina que le acaba aburriendo y frustrando, porque cada día es igual que ayer e igual que mañana. Si tienes una meta, no te afectará tanto que ahora tus días sean un tanto rutinarios, porque estás trabajando para el cambio y sabes que cuando lo consigas tu vida será diferente. Y una vez conseguido, trazarás otra meta y luego otra, que mantendrán tu vida en movimiento, que harán que tu vida sea un tren en marcha y no uno que se detuvo hace años en un tramo de la vía y se quedó ahí, inmóvil, para siempre.

            
Necesitamos metas en todas las áreas de nuestra vida.
          No es necesario que tengas grandes metas, pueden ser metas pequeñas. Lo importante es que tengan sentido para ti y sean tuyas, tus deseos, tus anhelos, te ayuden a solucionar problemas y a hacer que tu vida sea más satisfactoria.

          Por eso necesitamos metas en todas las áreas de nuestra vida. Por ejemplo, a nivel laboral puedes tener como meta crear tu propia empresa, o ascender, y en tu relación de pareja puedes plantearte como meta recuperar la complicidad que teníais al principio y que fue menguando con el tiempo y la rutina. A nivel personal, puedes tener la meta de superar algún miedo determinado, dejar de fumar, tener más amigos, o cualquier otra cosa. Lo ideal es tener cuatro o cinco metas a la vez, en diversas áreas de tu vida, para no dejar ningún aspecto de tu vida abandonado.
 
            ¿Cómo puedes ayudar a tus hijos a que se fijen metas
                                      y que las cumplan?

           Un niño tendrá que hacer básicamente lo mismo que un adulto, con la ventaja de que ellos son jóvenes y no tienen aún la carga emocional de tener responsabilidades, lo cual les facilita también el practicar esta habilidad hasta que la dominen sin ningún tipo de presión. Las metas deberán ser más pequeñas y más tangibles y recuerda que cuando él comience a lograr algo que deseaba habiendo hecho él su planeación y el trabajo necesario para conseguirlo, no sólo le irá dando esa preparación, hábito y mentalidad que se necesita para ser una persona exitosa, sino que además le dará mucha más satisfacción su éxito que si tú le das aquello que deseaba.

Que los niños aprendan a establecer sus propias metas es con la idea de iniciarlos en el pensamiento a largo plazo, la planeación y la acción llevando a cabo los pasos necesarios hasta alcanzar su objetivo. Puedes enseñar a tus hijos a fijarse metas haciéndoles estas preguntas y siguiendo estos pasos:

                               ¿Qué es lo que deseas lograr? 

            Ayuda a tu hijo a describir en términos específicos algo que le gustaría hacer para una fecha especifica (parte importante del proceso), que le tomará algún trabajo, algo de planeación y de constancia, como por ejemplo sacar una “A” o un “10” en el examen de matemáticas, ganarse un dinero para comprarse la bicicleta que él desea, etc.

                                         ¿Cómo llegarás ahí?

           Ayúdalo a planear los pasos que deberá seguir y las pequeñas metas que deberá lograr en el camino de alcanzar su meta. Enséñalo a que decida qué es lo que tendrá que hacer primero, cuál será la siguiente acción, y así hasta conseguirlo.

                                 Establecer la responsabilidad

           Haz que el niño escriba lo que desea lograr y el plan que sabe que tendrá que llevar a cabo para alcanzar su sueño. Cuando tenga esto escrito ya en limpio, deberá leerlo cada día para que lo ayude a responsabilizarse de sus acciones, y a estar consciente de que si no trabaja en ello no logrará su propósito. Puede compartir su deseo contigo o con alguien más, un adulto en quien el niño confíe, para que lo ayude a mantenerse motivado, inspirado y en el camino correcto.

                                                  El éxito.

            No solamente lograr la meta final nos dará éxito, sino también las pequeñas mini metas que deberá alcanzar para llegar a su objetivo mayor, esas también hay que celebrarlas. Celebrar los éxitos grandes o pequeños es muy importante y es parte del proceso de mantenerse motivado, así que una vez que el niño vaya logrando avances en su plan de trabajo, hay que irlo alentando y motivando, y desde luego llegar al final de su meta establecida requerirá de mucha más celebración para que esto vaya sembrando en su mente lo bueno que es fijarse metas y lograrlas.

                             Revisión del plan y de los resultados.

           A lo largo del proceso y hasta el final, revisa cada semana con el niño el plan y cómo lo está haciendo. Podrá ir haciendo ajustes si lo considera necesario y pregúntale cómo se siente acerca del avance que ha tenido, y una vez que lo logre pregúntale cómo siente esta experiencia de haber logrado su meta.

            Si tu hijo no logra su meta final, habla con él acerca de lo que pudo aprender con esta experiencia, porque aún así habrá aprendido lecciones muy valiosas acerca de fijarse una meta y de trabajar en su planeación, y lo más seguro es que también habrá aprendido mucho acerca de sí mismo. Un niño que logra sus metas será una persona segura de sí misma y con una alta autoestima. ¿No te gustaría eso para tu hijo?

           Motívalo a que no se de por vencido con los sueños que son importantes para él y a que si un plan no funciona, tendrá que revisarlo, modificarlo e intentarlo de nuevo.

           Al enseñarle a tus hijos esta habilidad les habrás dado el regalo más valioso que podrán utilizar por el resto de su vida. Les habrás dado el poder de conseguir cosas maravillosas en cada área de su vida. Organízate y enseña a tu hijo a organizarse.