ESCUELA PRIMARIA "MI PATRIA ES PRIMERO"

jueves, 16 de febrero de 2023

LAS CULTURAS PREINCAS...SEXTO GRADO HISTORIA.













LAS CULTURAS

 PREINCAS.


A lo largo de la cordillera de los Andes, en Sudamérica, entre los años 1200 A.C. y 1400 D.C., se desarrollaron las civilizaciones anteriores a los incas, las cuales se caracterizaron porque:


     
*Su economía se basaba en la agricultura y la ganadería.


     
*Cultivaban principalmente papa, maíz, frijol, calabaza, guayaba y algodón, y criaban llamas y alpacas, las cuales los proveían de lana y servían como transporte de carga.

 

 *Desarrollaron ampliamente la cerá­mica y los textiles. 


   
*Su sociedad estaba controlada por los sacerdotes, por lo que su gobierno era teocrático.


   
*El resto de la población estaba conformada por agricultores, quienes pagaban tributos al grupo gobernante. 



     A continuación, veremos algunas de estas civilizaciones.

 


Chavín (1200-400 a.C.).

 

Ésta fue una de las pri­meras civilizaciones de la zona andina. Aunque se ubicaba en la costa central del actual Perú, en terrenos poco propicios para sembrar, sus pobladores construyeron canales de riego y así crearon campos de cultivo. Si bien la agricultura era su principal actividad, también se dedicaban a la metalurgia, la pesca, la caza y la ganadería (domesticaron llamas y alpacas, con las que com­plementaban su dieta).



    La sociedad chavín se organizaba en varios grupos: los gobernantes tenían el poder y los conocimientos astronómicos (relacionados con las fases lunares y los movimientos del Sol y de las estrellas), además eran quienes elaboraban calendarios agrícolas y conocían las estaciones propicias para los cultivos. El resto de la sociedad estaba integrada por artesanos, ganaderos, pes­cadores y campesinos.

 

 

Tiahuanaco (100 a.C.-1200 d.C.).

     Se desarrolló en lo que actualmente es el sur de Perú, Bolivia y el norte de Chile. Esta civilización basó su economía en la crianza de llamas y alpacas y dejó a la agricultura en segundo plano; también se dedicó al trabajo con metales (cobre, oro y plata), al comercio y a la ela­boración de cerámica policroma (de varios colores).


    Los habitantes de Tiahuanaco levantaron pirá­mides y trazaron canales y caminos. Hasta nues­tros días han llegado vestigios de sus construcciones, como el monumento llamado la Puerta del Sol, muro con bloques de piedra labrados que se cree funciona­ba como calendario agrícola.


 

Nazca (100-800 d.C.)

      Se ubicó en la zona sur de lo que hoy es Perú. Sus pobladores se dedicaban al comercio y al trabajo artesanal; en éste destacaron en la elaboración de cerámica policroma, en la que representaban elementos como la tierra, el agua, el fuego, las montañas, el mar y el cielo, a los que les rendían culto. También trabajaron el oro y la plata para hacer máscaras y adornos para la nariz y las orejas.  


  Los nazquenses acostumbraban elaborar trofeos con las cabezas de sus enemigos y mostrarlos como representacio­nes de poder; también se piensa que los usaban en rituales relacionados con la fertilidad.

 

 

Moche (100-700 d.C.).

     Se ubicó en lo que en nuestros días es Ecuador y el norte de Perú. Al igual que otras civilizaciones anteriores a los incas, la reli­gión tenía gran importancia para ellos; de hecho, su sociedad era dirigida por un gobernante que concentraba los poderes religioso y político; sus dioses se relacionaban con el mar, la agricultura y la tierra. 




En lo que respecta a sus actividades, tuvieron notables avances en la escultura y la cerámica, en las que representaban figuras humanas y de ani­males, así como escenas de su vida cotidiana, costumbres y creencias reli­giosas. Además, trabajaban el oro, la plata y el cobre (con los que moldeaban piezas diversas como cinceles, anzuelos, cuchillos y collares) y comerciaban con otras culturas. En ocasiones usaron la guerra para extender su territorio y obtener prisioneros para el sacrificio. 

 


 

Huari (550-900 d.C.).

     Ubicada en la zona central de lo que hoy es Perú, esta cultura tuvo influencia de Tiahuanaco, como puede apreciarse en su cerámi­ca. Sus ciudades estaban amuralladas y tenían una arquitectura monumental. 



          Además de la cerámica, destacaron en la elaboración de diversos textiles (como ponchos, que usaban en su vestimenta, y tapices de algodón y de lana de alpaca), en algunos de los cuales plasmaron parte de sus creencias religiosas. También practicaron la agricultura y la ganadería y construyeron una extensa red de caminos para intercambiar productos con poblaciones lejanas. 

 

     Los huari usaban la guerra para obtener recursos de los pueblos que conquistaban.



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